El Amor es fuerte como la muerte

El Amor es fuerte como la muerte
Homenaje a la vida de mi hijita mayor Fergy Purísima

jueves, 30 de abril de 2009

DENUNCIA PROFÉTICA CONTRA EL NEOLIBERALISMO CAINITA

Esta investigación tiene ya casi 4 años de realizada, lo digo para contextualizar apropiadamente y entender mejor la denuncia profética aquí esbozada.


Partamos de la constatación que la situación de avance vertiginoso, como una sucesión geométrica, de las tecnologías de los medios de comunicación han hecho posible un “poner sobre el celemín”, es decir a la luz pública las diversas manifestaciones del fenómeno humano, ha ocasionado también el surgimiento de una necesidad de tolerancia frente a lo que juzgamos como “diferente”, es decir que ahora debemos aceptar la legitimidad humana de cualquier “modo de ser” humano; existe así un cierto relativismo cultural práctico y necesario frente a la diferencia.

Deberíamos preliminarmente matizar esta presuntuosa actitud occidental de encontrarse más allá de las consecuencias que sobre la naturaleza puedan seguir ejerciendo sus políticas de explotación de los recursos naturales. Los imperios económicos contemporáneos parecen haber puesto su modelo de desarrollo bajo el signo del dios romano Jano, cuyo templo abría sus puertas el tiempo que durasen las guerras que afectaban Roma, Jano el dios bifaz, como signo de apertura tanto hacía la victoria como a la derrota, en el sentido de que un evento violento de signo favorable o desfavorable podía ser al mismo tiempo origen del futuro, entendido como nuevo. Decimos esto sustentados en el hecho de que los países centrales empujan el desarrollo del modelo económico liberal hacía un nuevo estadio que es el de la sociedad de la información, o del conocimiento, pero este nuevo peldaño es lógicamente imposible sin el control global de la explotación de los recursos naturales planetarios; debemos preguntarnos si todos los seres humanos estamos llamados a pertenecer a esa nueva sociedad global de la información o del conocimiento o si somos los nuevos metecos, destinados a vivir de las migajas de la tecnosociedad que se va forjando en los países centrales de la globalización.

Retomando el hilo de nuestras reflexiones, para asegurarse el nuevo peldaño hacía la sociedad de la información, las potencias económicas contemporáneas, precisan del control de la mayor cantidad de recursos naturales y energéticos posibles, esto es, a nivel planetario; utilizando los medios diplomáticos, financieros, políticos y finalmente militares que tengan a su disposición, ellos ya lo hacen, no lo dudemos. Pero, es este mismo gesto de dominio planetario, el signo de su irracionalidad, inconsistencia e inhumanidad, aún para el cumplimiento de sus propios designios. La sobre explotación de los recursos naturales para satisfacer las necesidades de las sociedades tecnocientíficas, está trayendo como consecuencia inmediata, la destrucción del equilibrio ecológico y climático del planeta, los ejemplos saltan a la vista en los mass media con fenómenos naturales cada vez más apocalípticos en su magnitud y devastación. Sintetizando, a nivel ecológico, el deseo de las potencias económicas de imperio mundial, en especial de los EE.UU. de Norteamérica, demostrado por las verdaderas motivaciones de la invasión a Irak: asegurarse su producción petrolera y su renuencia inmoral a firmar el Protocolo de Kyoto, se ha constituido en una hecatombe para el planeta, potenciando geométricamente fenómenos naturalmente cíclicos de su entorno geográfico inmediato, tales como huracanes, ciclones, etc. Y si se presume de inexistente la relación que hacemos debería revisarse detenidamente los resultados de las siguientes investigaciones científicas:

ü Gregory van der Vink et al., "Why the United States is Becoming More Vulnerable to Natural Disasters," (Princeton, NJ: Universidad de Princeton, Departamento de Ciencias Geológicas). Consultado en Internet en www.agu.org/sci_soc/articles/eisvink.html, el 14 de octubre de 2004.


ü University of California, San Diego, "Hurricanes and Global Warming". Consultado en Internet en http://calspace.ucsd.edu/virtualmuseum/climatechange1/09_2.shtml, el 1 de septiembre de 2004.


ü Naciones Unidas/Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (UN/ISDR), "Small Island Developing States, Disasters, Risk and Vulnerability". Consultado en Internet, en www.unisdr.org/eng/wcdr/meetings/docs/SIDS-Consultative-paper-2.0.doc, el 18 de octubre de 2004.

ü Finalmente los resultados de las investigaciones lideradas por kerry Emanuel (del Instituto Tecnológico de Massachussets), que relaciona el cambio climático global con el incremento de la temperatura de la superficie del mar a nivel planetario en por lo menos un grado, lo que tiene que ver directamente con la formación inusual en número e intensidad de los huracanes y otros fenómenos atmosféricos.

Por supuesto, los organismos gubernamentales norteamericanos encargados de monitorear el clima niegan tal relación (con honrosas y muy importantes excepciones)[1], escudándose en la insuficiente evidencia temporal sobre dichos fenómenos, lo que haría prematuro establecerconclusiones definitivas. Por supuesto, aun siendo esto cierto, no deberían sentirse eximidos de la responsabilidad ética que entraña la sobreexplotación de los recursos naturales, realizados por ellos, especialmente en países con legislaciones complacientes establecidas por clases políticas gobernantes corruptas. Y decimos que no deberían sentirse eximidos de responsabilidad, pues los estudios sobre la relación del irracional accionar de las mega corporaciones en el mundo, sobre el equilibrio ecológico tampoco abonan al argumento contrario, no pueden negar la existencia de tal relación, por lo que existiendo la presunción científica y la urgencia ética de evitar el colapso ecológico del planeta, creemos necesario denunciar la irracionalidad que significa tratar de construir una sociedad tecnocientífica, a costa del equilibrio ecológico del planeta.

Lo que es aun más grave, la dirección en que los países centrales empujan el proceso de la globalización ha traído como consecuencia el crecimiento geométrico de la miseria de miles de millones de personas en los países de la periferia, y aún dentro de los países del mal llamado primer mundo. El sello neoliberal de la globalización está inevitablemente bajo el signo de Caín. No podemos, no debemos, aceptar la categoría de “imparable” de este signo fratricida impreso a la globalización.

Es así que la Mundialización o Globalización de sello neoliberal cuyos productos ineludibles y absolutamente indeseables son: la destrucción ecológica del planeta, la reducción a condiciones de vida infrahumanas de miles de millones de personas y familias, y por último la homogeneización ideológica y cultural de la humanidad toda, bajo lo que, desde Ignacio Ramonet quien publicara en un artículo del Le monde Diplomatique en 1995, se ha dado en llamar Pensamiento Único. Éste no es más que la imposición violenta, a través de múltiples frentes sociales, intelectuales y económicos de la ideología neoliberal[2] legitimadora de los intereses del actual imperio y de sus latentes sucesores, esta ideología totalitaria debe ser considerada parafraseando a Marx, el verdadero “opio del pueblo”.

El control progresivo de los medios de comunicación convencionales (prensa escrita y cadenas de televisión internacionales) forma parte de esta estrategia de uniformización cultural del mundo, la universalización de la llamada american way of life, la mundialización de un solo modelo económico se ha revelado como indisoluble de una visión totalitaria de la vida humana en cuanto tal, tanto en los aspectos religiosos, éticos y políticos, como científicos, por no decir de la totalidad de la cultura, en cuanto “modo de haberse con la vida”, o en cuanto forma peculiar e institucionalizada de los diferentes grupos humanos de responder a las exigencias de la naturaleza y de su comunidad.

A pesar de todo, albergamos la firme esperanza que un medio no convencional, de expresión, relación e intercambio de información como es la red de redes será el bastión inexpugnable de la pluralidad y riqueza cultural que caracterizan a la humanidad, y que es expresión directa de su naturaleza emergente y trascendente de todo modelo cultural positivo. He aquí el verdadero motor de la historia, la verdadera clave de interpretación del cambio histórico, de los diversos modelos socio-culturales encarnados, que no logran agotar ni satisfacer la infinita capacidad creativa de una naturaleza libre, que básicamente se define como: la ausencia de naturaleza, en cuanto inagotable por cualquier modelo histórico positivo de “ser humano”. No en el sentido exclusivamente sartreano:

“El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace.”[3]

Ya que podríamos cuestionar el mismo punto de partida: se necesita ser algo para poder partir hacía otra cosa, la nada no es por definición punto de partida de algo, la nada no solo es ausencia de totalidad, sino también de aliquidad, la nada no puede generar acción ni cambio de ninguna especie, pues estos pertenecen a la esfera del ser; creemos poder ir más allá de la intención sartreana expresándolo así: la naturaleza humana trasciende la encarnación positiva de cualquier existencia particular, pero al mismo tiempo es imposible señalar de forma a priori y ostensible qué existencia es más humana que otra, por lo que la legitimidad de cualquier existencia humana queda salvaguardada(el único criterio sería el de la apertura y el respeto de una cultura con respecto a otras) al margen de sus manifestaciones históricas concretas; sin embargo, nos atrevemos a decir algo más: deberíamos promover modelos de existencia humana que faciliten la pluralidad de manifestaciones de la misma, en todos los niveles socio-culturales.

La globalización o mundialización, contradictoria y cínicamente, “dirigida y planificada” para tener el sello neoliberal, parece entrañar finalmente el viejo sueño bíblico de Nabucodonosor: del gigante con pies de barro y cabeza de oro[4]. Porque para decirlo simple y llanamente el modelo de desarrollo neoliberal, basado en una visión ridículamente empobrecedora de la naturaleza humana, está no solo bajo el signo de Caín sino que también es suicida. Y a menos que toda la humanidad caiga bajo el control mediático y publicitario de las mega corporaciones y sus gobiernos títeres, no podrán convencernos que el máximo interés general racional y razonable es el del suicidio colectivo. Es curioso notar que a los pretendidos campeones del neoliberalismo, les resulte poco menos que imposible, discernir el legítimo interés general que debiera conducir las decisiones gubernamentales con el interés particular de grupos de poder económico, ligados especialmente a los sectores más conservadores del aparato productivo y de servicios de su economía. El ejemplo más claro es de la Halliburton y Dick Cheney, quien aunque se desgañite gritándonos su autonomía de intereses, nos es imposible creerle.

Salvo, que se pretenda también, que creamos que el máximo interés general de la sociedad norteamericana es el de ser un imperio totalitario y opresor del resto de las demás naciones del mundo.[5] Como vemos, no somos pues partidarios de correr entusiasmados con los brazos abiertos a acoger tal cual está signada, al proceso de mundialización o globalización, que deberíamos interpretarla más justamente, como un proceso especular del general proceso de la naturaleza humana, y en esa medida toda pretensión de parametrarla y dirigirla deviene en totalitaria, aún cuando esta delimitación tenga el ropaje de liberal o de neoliberal para ser más exactos. El hecho mismo de nuestra crítica y práctica decisión personal de no ser un consumidor irreflexivo y acrítico más, confirma el valor de nuestro análisis.

[1] Cf. http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2000/newdemo.htm Este boletín refleja el resultado de décadas de investigaciones del Goddard Institute for Space Physics (organismo de la NASA), dirigido por James E. Hansen,hemos elegido la nota en inglés a pesar de existir la versión “oficial” en español, pues ésta direcciona interesadamente a la primera, lo que no es de sorprender, ya que el 29 de Enero del 2006, James E. Hansen denunció, a través del New York times, la agudización de una política de censura y control, por parte de la administración Bush, de la publicación de los resultados de las investigaciones que él y su equipo realizan sobre las implicancias de la emisión de gases industriales en el calentamiento global.http://www.nytimes.com/2006/01/31/science/31climate.html?_r=1&oref=slogin

[2] “la traducción en términos ideológicos de pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, especialmente los del capital internacional” N. Chomsky e I. Ramonet. Cómo nos venden la moto. Pensamiento único y nuevos amos del mundo. I. Ramonet. Barcelona: Icaria, 2001. p.58

[3] El Existencialismo es un Humanismo, Jean Paul Sastre. Ed. Huáscar, Buenos Aires 1972, p. 16.

[4] Biblia de Jerusalén. Daniel 2,32-43.

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